jueves, 25 de septiembre de 2014

kcl

Aturdida. Experimento segundo a segundo esa sensación extraña de estar entre bastidores a punto de salir a escena sin tener ni idea de qué es lo que tengo que decir. Lamentable.

Adiós, me vuelvo a mi burbuja, esa de la que nunca debería haber salido, donde el gris era más bien negro y el negro eran diez o doce rayas rojas. Donde un mal día eran tres horas de gimnasio, donde más es siempre peor. No me pongo alas, no juego con coronas, no quiero volar. No quiero fingir, no voy a sonreír. NO ME DA LA GANA. Y si preguntan, si, todo va bien.
No quiero salir, ni estar con nadie, no siento que esté perdiendo el tiempo ¿En qué lo he estado empleando hasta ahora? Sólo sé que un día acabará todo...y que unos por hablar y otros por escuchar serán tanto o más culpables que yo. Pecado, injusticia, destino, karma...¿De verdad importa? Si no diera señales de vida muchos tardarían en darse cuenta, otros lo harían después de mucho tiempo, los demás...se enterarían de oidas.

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