Mi cuerpo entero era mi propio lienzo, cortes cálidos que relamen mis costillas, peldaños de una escalera que escalan por mis brazos, tallos de plantas asclepias que se enredan por mis muslos y me pinchan la piel.
Han borrado su rostro con una goma. Sé que soy yo, pero no soy yo, en realidad. No sé cómo soy, ni qué apariencia tengo. No recuerdo cómo se mira.
No debería. No puedo. No lo merezco. Estoy como una vaca y me doy asco a mí misma. Ya ocupo mucho espacio. Soy fea, una hipócrita repugnante. Soy un maldito problema. Una pérdida de tiempo.
si, pero nos colunpiamos tan alto que nuestros zapatos agujerean las nubes. ;)
ResponderEliminarno sabes cuantisimo te necesito...tengo un plan perfecto.
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