Dichoso aquel que aun estando encerrado lucha por volar,
dichosas las aves que agitando las alas sobrevuelan el mar.
Dichosos los campos verdes en primavera, la sombra del viento y el frio polar.
Dichosos los llantos del que se cae y aprende que aprendiendo uno halla
la forma de volver a empezar.
Comprendo el silencio del invierno que apremia, el gris de sus cielos y su fuerte nevar.
Comprendo el silencio de la brisa que suena por encima del que calla y siempre callará.
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