...A lo mejor ha llegado mi hora, puede que las cadenas se hayan roto. Es posible que el guardián de mi celda se haya dormido y sea el momento de salir a escondidas y adentrarme en la selva, siguiendo el sendero, para que nadie más me encierre. No sé que hay ahí fuera, llevo demasiado tiempo atada de pies y manos e incluso duele caminar...pero camino, porque no hay más opción. Porque si me paro me atrapan y si me escondo me encuentran. Porque si me subo a un arbol lo talan y porque si vuelo contaminan el aire. Lo único que ellos no saben hacer es andar en linea recta....nunca les enseñé y ahora mis monstruos están perdidos, dando vueltas en el Amazonas.
He mudado la piel
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