Pero parece que al final las cosas cambian, de repente, el mundo se hace grande, has salido de la burbuja y te planteas hasta qué punto estar en ella era bueno. Ahora vives, antes, sobrevivías.
No sé nada de justicia, creo en el destino y en el porque sí, por eso hablar de si la vida es justa o no, me queda grande. Lo único que sé es que, para bien o para mal, la vida da lecciones y que esas lecciones yo las he aprendido a base de caidas, golpes...cortes. Sin embargo, echando la vista atrás, siendo consciente de hasta qué punto he estado encerrada dentro de una cárcel de la que yo era presa y carcelera al mismo tiempo, me pregunto si realmente merece la pena. Aún no lo sé y creo que tardaré en saberlo, pero estoy segura de que algún día daré con la respuesta y que todo lo que hoy da mil vueltas en mi desordenado desván, se aclarará y ese día, lo habré logrado, estaré fuera.
Podrías buscar una llave para ti y otra para mí.
ResponderEliminarno creo que esa llave existe, fue un ataque de euforia, no merece la pena siquiera intentar que aparezca....
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