Tengo arena en los zapatos, llevo mucho tiempo andando y el camino parece no acabar nunca. Me acompañan tres buitres que esperan ansiosos mi muerte para poder despedazarme y alimentarse de lo que fui....que lo hagan rápido.
Hasta hoy no me había fijado, pero por este sendero no se ve la luz del día. Tal vez se debe a que la maleza es tan densa que apenas me deja ver el cielo e incluso cuesta respirar, puede que tambien influyan las nubes negras que amenazan descargar su ira sobre mi dia tras dia, puede que simplemente haya decidido cerrar los ojos para siempre...ante la duda sigo caminando y camino porque pararse es de cobardes, de gente que "quiere llamar la atencion", de inmaduros...o al menos todo eso es lo que un día me dijeron cuando me paré a descansar. Camino sola, porque siempre es mejor estar solo, ni haces daño ni te dañan, dejas de ser venenoso cuando no tienes a nadie a quien morder.
Me gustaría que todo fuese diferente, pero me he cansado de jugar a que nada me importa. Me duele todo esto porque no son mas que errores, mentiras, habladurías, decepciones y decisiones mal tomadas.
Yo no soy perfecta, claro que no, pero antes de señalarme, más valdría que muchos se lavaran las manos.
Renuncio y sigo mi camino, ni me alejo, ni me escapo, ando para buscar, para buscarme, para encontrarme y saber que nunca he estado perdida, sino escondida. Me la ligo.
Uno...dos....tres...cuatro...cinco...seis...siete....ocho...nueve....diez....¡Voy!
Ahí estoy....me acerco a mi y huyo
Una imagen supuestamente distorsionada de mi me tiende la mano y deja caer entre nosotras una bola de cristal de la que salen mil caras conocidas al tiempo que me empuja y caigo al vacío, mientras oigo entre risas como todos ahí arriba aplauden cuando mi yo me grita: "No te fies ni de tu sombra"