jueves, 3 de noviembre de 2011

I've never grown up

He pensado en levantarme de la cama, pero llovía demasiado, aunque el cielo aun no había descargado ni una sola gota, llovía en mi. Me pregunto por qué el Otoño es siempre tan mal compañero, tal vez y sólo tal vez consiga superarlo de nuevo, un año más, como el que supera un virus que tarda y tarda en irse del todo.
He pensado en tantas cosas que ya no sé si lo que vivo es real, lo único que se repite una y otra vez es esa sensación extraña que me empuja a desaparecer con cada lágrima.
Siento la presión en el pecho y  ansias de salir corriendo, miedo irracional a ser una persona adulta y desconcierto al no parar de pensar inconscientemente en formas de autodestruirme. No soy responsable, ni madura, ni fuerte, no soy mayor o al menos no quiero serlo y no me gustan las consecuencias. Me niego, pataleta, llanto, gritos y portazos. 
Exactamente igual que cuando tenía ocho años...y es que tal vez me quedé ahí, al vez ese fue el fin de mi desarrollo emocional. Y digo emocional, porque el desarrollo físico siguió su curso y es ahí donde me encuentro, en una espiral espacio/tiempo en la que soy emocionalmente una niña y por tanto mi capacidad de asimilación, mi responsabilidad y mi madurez son escasas, dentro de un cuerpo de "mujer"...Incluso la palabra mujer suena mal, yo no soy eso....

El cuerpo humano es oscuro, sucio, impuro, grande......
soy humana, luego soy oscura, sucia, impura.......y grande.


Si sepuede pasar "de niña a mujer" tambien debo poder pasar de "esta cosa extraña a niña" de nuevo.

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